Como andaluza que soy, suelo omitir a veces la última sílaba de palabras como:
– rebajada por rebajá
-despistada por despistá
-chalada por chalá
-tostada por tostá…..
Pero al hacerlo la palabra en cuestión, pasa de ser LLANA (con la penúltima sílaba acentuada o pronunciada con más intensidad), a AGUDA, (acentuada en la última).
En primer lugar :
Aunque en Wikipedia si nos encontramos una definición,
TOSTA no esta recogida como tal por el diccionario de la RAE, en tal caso debería llevar tilde.
Lo segundo:
Es una expresión oral. Ni es un diminutivo, ni una abreviatura, es una peculiaridad de nuestra forma de hablar, por tanto no estaría bien escribirla, tal cual suena.
Me chirría el oído cuando oigo a algunas personas decir tòsta. Lo que no sé es como se ha ido extendiendo este término fuera de Andalucía, con lo «mal vista que está nuestra forma de hablar», pero que yo tenga que escuchar tòsta, en boca de un andaluz, uffffff
Bueno y ya que estamos puestos, y por los MINIMONSTRUOS que haya sueltos, ahí va un repasillo de reglas de acentuación, culpables de muchas de nuestras faltas.
A) Las palabras agudas: se acentán siempre que su ´ltima letra sea una vocal ( aeiou), una «n» o una «s». Así, se acentúan: pa-pá, ma-ní, le-ón, A-ra-gón, Pa-rís, pero no: ayer, caracol (no terminan en vocal, ‘n’ ni ‘s’).
B) Las palabras graves: se acentúan cuando terminan en consonante que no sea ‘n’ ni ‘s’.
Así, se acentúan: tré-bol, már-mol, ár-bol, án-gel, pero no: casco, tipo, sangre, menos (terminan en vocal, ‘n’ o ‘s’).
C) Las palabras esdrújulas y sobreesdrújulas: se acentúan todas.
Plá-tano, A-mé-ri-ca, es-tú-pi-do, mur-cié-la-go.