«Para quien tiene miedo todo son ruidos.» (Sófocles)
REEDITADO (19/02/2014)
¿Ves esa frase de ahí arriba? si, la cita de Sófocles. Pues cuando empezé el blog, eso era una entrada para mí. Ni que decir tiene, que mi punto de partida era peor que pésimo.
La escribí 3 días después de empezar el blog, cuando solo creía haber encontrado un sitio o vía para expresarme y comunicarme.
No tenía ni idea de nada. Ni siquiera tenía costumbre de leer blogs….Suena a excusa, lo sé, pero eso no evita que cuando he subido un plugin con mis entradas más populares y he visto esta, me haya dado una vergüenza horrible.
Sin foto ni nada, un solo renglón con una simple cita y a volar.
¡Ea!, podría haber presumido de haber escrito la minientrada más corta del mundo 😀
¡Si señor, hay que echarle…»C-j-nes»!
No me extraña que si alguien tuvo la desventura de encontrarse con eso, saliera huyendo de mí blog en estampida.
Y la pobre cita en cuestión no tiene la culpa, es bien bonita, o al menos a mi me lo parece. Te explico…
La cita puede hacer alusión a cualquier situación de temor, pero en mi caso la relacioné:
- con el temor a equivocarnos,
- a no ser perfectos,
- a querer ser aceptados a toda costa,
- a estar dentro de lo que se considera normal.
- a esos pensamientos tan subjetivos y relativos, que a veces son un sinsentido seguir a rajatabla.
- etc.
Te puedes equivocar cuando hagas algo, pero eso tan solo forma parte del aprendizaje.
Las cosas nunca salen a la primera. No pasa nada. Toda experiencia es útil y nos sirve para rectificar.
Estate tranquilo, puedes hacer algo imperfecto (aunque el ser humano en mi opinión es una de las cosas más perfectas que existe…)
Ya, ya…bueno, sobre esto podemos estar hablando hasta que el sol se apague, habría muchas cosas que matizar.
Mira, un ejemplo de cosas que no salen a la primera es el Post it, ya sabrás que surgió de un
pegamento mal elaborado, un pegamento imperfecto.
Así que…
Puedes ser como el pie de las hermanastras de cenicienta, y querer entrar a la fuerza en el zapato de cristal perfecto, pero si no entras, no entras.
No insistas, en tener un pie para un zapato «supuestamente perfecto», pero frágil.
Si ya los tacones nos desigualan, nos ponen en situación débil y nos destrozan los pies… encima de cristal. ¡Venga ya! ¡Y pasarte toda la vida pensando que tu pie no sirve!
Busca un Manolo Blanik o un Loubotin , 2 tallas más grandes…( Seguro que hasta Cenicienta duda si su hada fue acertada con los complementos.)
Oye!
¿o por que no unas sandalias? El pie libre, y al descubierto también está muy sexi y se ve perfecto.
En definitiva lo que quiero decir con esta entrada es que:
«Antes de no hacer nada, por no hacerlo bien, es mejor lanzarse y disfrutar del proceso. Ahí no hay fraude.»
El resultado puede gustarnos más o menos, pero al menos tendremos ocasión de evaluarlo, rectificarlo e insistir, insistir e insistir.
Hay una cita muy bonita que dice:
» Intentalo una y otra vez, hasta que el miedo te tenga miedo«
Porque ese es el lado bueno de un perfeccionista, que una vez que se aventura a hacer algo, no para, e inspira confianza a quienes lo conozcan,
pero…
Si te paralizas pobre de tí, y de los que te rodean por que igual se están perdiendo algo fantástico.
¿Quien sabe?
Hola Natalia, a buenas horas mangas verdes jajaja, he empezado a repasar los post más antiguos y ver si habia comentarios sin contestar, etc, y aquí te encuentro. ¡Que placer!
si, desde luego, los errores y la necesidad son dos de las grandes fuentes de aprendizaje si mantienes una mentalidad abierta y no derivas a la queja y el lamento.
Un besote.
Hola Marisol!! Una sola frase, pero qué frase! ;p Como bien dices, no hay que tener miedo a equivocarse, que de todo se aprende! Un saludo!